martes, 31 de marzo de 2009

Reforma: una visión mercantilista del periodismo

El principal objetivo del periódico Reforma y del que se desprende su nombre, es “reformar” el periodismo mexicano; además, su logotipo, constituido por la imagen del Ángel de la Independencia, busca resaltar la importancia de la libertad de expresión, aseguró Cristina Barranco, encargada del Departamento de Recursos Humanos, durante una visita guiada por las instalaciones.

Reforma es un diario de circulación nacional que tira 150 mil ejemplares al día; su nacimiento ocurrió en noviembre de 1993 como parte de la expansión del grupo empresarial regiomontano que lleva el mismo nombre.

Actualmente su director editorial es el empresario Alejandro Junco de la Vega, que ha impulsado algunas innovaciones como imprimir el periódico los 365 días del año y presentarlo completamente a color, características que según Cristina Barranco, hacen de Reforma un diario distinto a los demás.

Arquitectura ostentosa

Las instalaciones del periódico Reforma se encuentran en Avenida México-Coyoacán, cerca del metro Zapata, al sur del Distrito Federal. Es una construcción caracterizada por su ostentosidad y por la mezcla de diferentes tradiciones arquitectónicas nacionales: la prehispánica, la colonial y la moderna.

El interior del lugar está dividido en tres áreas: la editorial, la publicitaria y la de impresión, las cuales se encuentran separadas, para asegurar que la información no sea tergiversada o censurada por criterios meramente comerciales, indicó Barranco.

Reforma como empresa editorial

El diario Reforma se ha constituido como uno de los más importantes y de mayor tiraje del país, estas características lo hacen ver, más allá de su posición y criterios informativos, como una empresa editorial funcional y organizada.

Cuenta con mil 500 trabajadores (reporteros, publicistas, editorialistas, impresores, etcétera), coordinados de forma tal que diariamente comienzan la impresión a las 12 de la madrugada; con la ayuda de maquinaria importada de Estados Unidos y Alemania prensan 70 mil ejemplares por hora, para que antes de las 4 de la madrugada se inicie el proceso de distribución.

Por si fuera poco, en estas instalaciones también se imprimen los diarios Metro, Metro de Puebla y Metro del Estado de México, que a diferencia de Reforma, tienen una marcada línea policiaca y según Cristina Barranco, están dirigidos a “personas que no gustan mucho de la lectura”.

También se informó que se cuenta con varias innovaciones técnicas como la utilización de placas de aluminio en lugar de negativos, así como máquinas capaces no sólo de imprimir a gran velocidad, sino de acomodar las hojas. Adicionalmente, la tinta que se utiliza es “vegetal”, por lo tanto no mancha las manos.

Controversias

Como ya se mencionó antes, Reforma se imprime los 365 días del año; la encargada del Departamento de Recursos Humanos dijo que esto se hace con el objetivo de mantener siempre informada a la población, es decir, como parte de un ejercicio periodístico responsable y comprometido.

Sin embargo, muchas han sido las posiciones respecto a este tema, hay quienes sostienen que se hace por criterios mercantilistas: para no dejar de vender un solo día del año y obtener mayores ganancias.

El deseo de imprimir el periódico todos los días del año, propició un conflicto en 1994 con la Unión de Voceadores, ya que éstos tenían algunas fechas de asueto obligatorio como el 1 de enero y el 20 de noviembre, Reforma argumentó que dicho grupo se negaban a comercializarlos y valiéndose de una campaña mediática abrieron los cauces de la distribución: contrataron a sus propios vendedores.

Por otro lado, es el único diario cuya página de Internet está restringida, sólo tienen acceso los suscriptores. Además, según palabras de la encarga del Departamento de Recursos Humanos, se cuenta con una hemeroteca, pero “no está abierta al público”.
Guadalupe Pastrana/ Marzo del 2009

miércoles, 4 de marzo de 2009

De cronopios y flores....

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor».
Julio Cortázar

domingo, 1 de marzo de 2009

La poesía “es un desafío para retornar a nuestros rumbos y encontrarnos a nosotros mismos”: Ignacio Solares


“¿Para qué poetas en tiempos de penuria?” se planteó el escritor Ignacio Solares durante la presentación del libro Rumores de silencio, primer poemario de Enrique Maza, periodista recordado por su participación en el “mítico” Excélsior de Julio Scherer.

“Nuestra sociedad nos ha impulsado a seguir por senderos que se bifurcan hacia el desamparo y la miseria del sentido espiritual” pero la poesía “es un desafío para retornar a nuestros rumbos y encontrarnos a nosotros mismos”, por lo tanto “la misión del poeta es llegar al fondo del abismo y regresar para darnos testimonio de ello”, afirmó Solares.

En el marco de la XXX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el pasado 27 de febrero se presentó el libro Rumores de silencio, publicado por la UNAM. Estuvo presente Enrique Maza, autor de la obra, así como el editor Víctor Cabrera y el escritor Ignacio Solares, presentadores de la misma.

Cuauhtémoc Arista, columnista de la revista Proceso, que también fungiría como presentador, no pudo asistir “por cuestiones laborales”, pero envió su texto de aportación en el que señaló que en la sociedad actual se minimiza a la poesía, sin embargo “continúa siendo necesaria para la mayoría de la gente y siempre estará a tiempo de recuperar su grandeza”.

Ignacio Solares se mostró agradecido y dijo sentirse privilegiado por presentar Rumores de silencio, un libro que habla de “la ausencia, la memoria, la soledad, el deseo, la inmensidad, el humanismo, la otredad, la distancia y el olvido” y que es para él “muy entrañable y especial por la amistad con Enrique Maza”.

Reafirmó que “cada poema, cada frase" de este libro "es una invitación a que nos comprometamos unos con otros en el entendido de que sólo cada uno puede interpretarse a sí mismo, pero ese sí mismo lo puede compartir con su prójimo”.

Por su parte, Enrique Maza se definió “no como un hombre que sabe, sino como un hombre que busca en las estrellas, en los libros, en los seres humanos, en los paisajes” y aseguró que sus poemas están influenciados por el mar, debido a que cuando era joven descubrió que “el mar es muy noble”, ya que alguna vez se perdió en esa inmensidad y simplemente se dejó llevar por una corriente y ésta lo devolvió a la playa.

También afirmó que “el amor es lo más bello de la vida humana, es ese mar profundo en donde uno se va hundiendo” pero al mismo tiempo “es esa corriente que cuando nos perdemos nos lleva a la playa”; por lo tanto, aunque “la vida de un hombre es un camino, la tentativa de un camino, la audacia de un camino, o simplemente la estrechez de un sendero hacia si mismo” ese “camino no puede andarse si no se camina hacia otros”.

Al finalizar, Enrique Maza dijo desear “que la lucha y la disensión me purifiquen, que no me carcoma la ortodoxia y que nunca deje de soñar”, y concluyó con la confesión de que en su libro plasma un consejo que le dio un profesor de literatura: “que tu verso deje cien puertas abiertas para que cada quien se meta por la que quiera.”